Ya no lo podia ver ni tocar, mi mindo se hizo gris en tan solo un instante. Lo qe mas extrañaria era, sin duda, ver sus ojos color ceniza al despertar cada mañana. Pero sin duda no cambiaria su naturaleza salvaje, egoista, terca y quien sabe cuantas cosas buenas o malas. no las cambiaria por mi una mas que lo unico qe quizo fue marcar una diferencia.
La depresion me ataco, lo unoco qe la calmaba era el delicioso jugo de uvas. Hasta qe llego el dia qe dejo se satisfacer mi dolor.
En el momento qe todo dejo de importarme, la habitacion se lleno de humo que me impedia respirar. Una hermosa llama se encontraba al otro lado de la habitacion. Todo se oscurecio.
Cuando desperte, sin ganas de despertar, todo lo qe habian eran cenizas, ya no quedaban recuerdos felices, todo se habia consumido hasta ser igual qe sus ojos. TRISTES.
29-10-10
IVA-literatura
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